Walther von der Vogelweide
(Codex Manesse, siglo XIV / XIV. Jahrhundert)
Na Avenida Paualista, e em grande parte da cidade, chovia. Mesmo assim, muitos do grupo de escreviventes não deixaram de participar do segundo encontro da oficina.
Desta forma, mesmo sem Internet ( boa parte do que preparei apoiava-se em sites), retomamos o fio das reflexões sobre o que seriam os sonhos, exercício iniciado no sábado anterior com a mediação do Charles.
A partir de várias observações sobre sonhos/pesadelos ( nenhum psicanalista no grupo, pelo que saiba) pensadas por leigos, foi interessante perceber, como diria J. L.Borges, que na análise dos sonhos há uma dificuldade especial: os sonhos não podem ser examinados diretamente: "Só podemos falar da memória que temos dos sonhhos. E talvez a memória dos sonhos não corresponda precisamente aos sonhos." Para o autor argentino, os nossos sonhos seriam a atividade estética mais antiga do mundo.
Do livro de Borges em que se baseia este módulo, Sete Noites, do capítulo dois, "O pesadelo" ( pág. 51), colhemos três propostas para uma produção textual: " Somos feitos da mesma matéria de nossos sonhos" (Shakespeare), " A vida é sonho" (Calderón) e "Eu vivi minha vida ou foi ela um sonho" (Walther von der Vogelweide).
Numa primeira conferência de temas e ideias, percebemos que alguns haviam optado por escrever uma poesia; outros, um conto, um ensaio ou uma crônica. Acreditamos que a forma ( tipologia textual) pela qual o autor deseja se expressar deva ser respeitada. Durante os passos da escrita (esboço, escrita, reescrita, edição final),verificaremos características de cada um destes gêneros e suas situações discursivas.
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Informações complementares: "A Vida é Sonho" ("La vida es sueño", no original) é uma peça teatral (1635) do dramaturgo e poeta espanhol Pedro Calderón de la Barca.
¡Ay, han desaparecido, ¿dónde?, todos mis años! De Walther von der Vogelweide (1170-1230)
¡Ay, han desaparecido, ¿dónde?, todos mis años! ¿Mi vida es verdad, o de un sueño el engaño? Lo que siempre creí que era: eso, ¿qué es? Después me he dormido, y ya no lo sé. Ahora he despertado, y el saber extraño de lo que conocía como a mi propia mano. El pueblo y la tierra donde me crié de niño se me han vuelto ajenos, cual si fuesen mentidos. Mis amigos de infancia están viejos e indolentes; talado el bosque, listo el campo aún sin simiente: tan sólo el agua fluye, como fluía antaño. Jamás imaginé por cierto dolor tamaño. Me saluda indolente más de un conocido. Por doquier está el mundo en infortunios hundido: cuando en tantos dichosos días doy en pensar, que se precipitaron como un golpe en el mar, ¡ay, más y más dolor!
¡Ay, qué lastimoso es lo que hace la juventud! A los que nunca el ánimo acosó inquietud, no excusan las cüitas. ¡Ay! ¿Por qué actúan así? Donde mire en el mundo, nadie está feliz: danzar, reír, cantar, se esfuman en la aflicción. Hueste tan lastimosa jamás cristiano vio. Ved cómo sienta ahora a la mujer el tocado; el caballero altivo lleva atuendo de aldeano. Ásperas cartas hannos llegado desde Roma: tristeza nos permiten, la alegría nos toman. Todo esto me acongoja (tan buena era la vida), tener que anteponer las lágrimas a la risa. Si a las aves silvestres aflige nuestra queja: ¿qué os maravilla ver que el ánimo me deja? Pero, ¿qué digo, necio de mí, con maligna ira? –Si estéril placer sigues, el de allá extravías: ¡ay, más y más dolor!
¡Dolor, las cosas dulces, cómo nos conciernen! Veo cómo en la miel la amarga hiel se cierne. Por fuera el mundo es bello, blanco, verde y rojo, mas cual la muerte negro por dentro y tenebroso. Quien fuera seducido por él, que se consuele: de gran culpa redime la penitencia leve. Caballeros, pensad en ello: es cosa vuestra; portáis yelmos lucientes, muchas corazas férreas, los mejores escudos y benditas espadas. ¡Si de victoria digno Dios sólo me juzgara! Entonces yo, hombre pobre, obtendría rico pago. No digo feudos, no de señorial oro halago: quisiera yo llevar, eterna, esa corona, que el mercenario sólo con su lanza cobra. Si pudiera hacerme, como ansío, a la mar, cantaría “salud”, y “dolor” nunca jamás, ¡”dolor”, nunca jamás!
Traducción: Héctor A. Piccoli
(Traducción: Héctor A. Piccoli) |
Por enquanto é isto: tragam seus textos no próximo sábado (22/10).
Beijos,
KK
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Tags: escrevivendo, escrita, leitura, oficina, sonhos
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